Como dice el refrán, nunca llueve a gusto de todos. Mientras la Federación Estatal LGTB -lesbianas, gays, transexuales y bisexuales- decidía muchos meses atrás un cambio de fecha en la celebración del Día del Orgullo Gay trasladándola al 5 de julio, para facilitar la participación de quienes quieran además celebrar en su provincia la fiesta arco iris, numerosos colectivos homosexuales han protestado por este cambio: echan de menos que la fiesta de reivindicación gay no coincida con el 28 de junio, la jornada que desde 1969 conmemora a este colectivo.
Ambas posturas tienen detractores y defensores, y argumentario en su apoyo. En medio queda el Ayuntamiento madrileño, que no decide sobre fechas, aunque luego colabora con subvenciones y facilitando el tránsito de las decenas de miles de participantes en los actos, explicó el concejal de Economía, Miguel Ángel Villanueva.
El 28 de junio se convirtió en un símbolo para los colectivos homosexuales en 1969, tras un enfrentamiento entre policías y clientes de un bar de ambiente, el Stone Wall, que duró tres días. La fecha se tomó como referencia y desde hace décadas, se celebra en todo el mundo una semana del Orgullo Gay cuyo acto más simbólico es una gran marcha festiva que se celebra, tradicionalmente, el sábado más próximo a ese 28 de junio.
Por eso, los defensores de esta tradición protestan porque este año, en que el 28 de junio es precisamente sábado, se haya elegido otra fecha, el 5 de julio, para celebrar la gran manifestación estatal -en Madrid- del Orgullo Gay.
Sus quejas se centran en varios puntos: por un lado, los problemas de las personas -muchas venidas de fuera de España, tras el éxito del Europride que el año pasado tuvo a Madrid como sede- que ya habían hecho sus reservas de vuelos, actividades específicas y hoteles pensando en ese fin de semana. Por otro, la 'incoherencia' de celebrar el día en fecha distinta al resto del mundo: 'El día del trabajo es el 1 de mayo, y el de Reyes, el 6 de enero, y no se puede cambiar a otra fecha', protestan. En tercer lugar, temen que la coincidencia el 5 de julio con otro acontecimiento, el Rock in Río, reste protagonismo a la principal jornada reivindicativa del universo gay.
Los foros y blogs arden estos días con el asunto. Pero los organizadores del evento -la Federación Estatal LGTB y el Colectivo de gays de Madrid, Cogam- aportan sus razones para el cambio. Primero, el 5 de julio corresponde a la celebración estatal, y se decidió meses atrás en varios encuentros estatales de estos colectivos. 'Desde el resto del estado nos pidieron que el 28 de junio se hicieran las manifestaciones en las capitales de provincia, y por deferencia a ellas, se aceptó', explica Antonio Poveda, presidente de la Federación Estatal LGTB.
De este modo, las personas que participan en su localidad en la marcha del día 28 pueden después desplazarse a Madrid el 5 de julio para tomar parte en la manifestación estatal. Respecto a las quejas, relativiza: 'Puede que algunas personas se quejen, pero de 1.805 correos recibidos al año de personas que quieren venir a Madrid al festival, sólo 17 protestaban'.
Poveda aclara además: 'No es cierto que el día 28 de junio se celebre en todo el mundo; hay Orgullos en otras fechas, y hasta en agosto'. La programación para este año se aprobó hace un año, afirma, y en su día se anunció públicamente. Y en cuanto a la competencia del Rock in Río, también hay actuaciones el 27 y 28 de junio.